Toda materia es energía condensada a una lenta vibración, todos somos una conciencia experimentándonos subjetivamente. No existe algo como la muerte, la vida es solo un sueño y todos somos imaginación de nosotros mismos.
Bill Hicks 1961- 1994
Desde que comenzó este año, la muerte me ha rondado, y no porque haya estado muy cerca de experimentarla, sino que mucha gente de la que tengo conocimiento se ha marchado de esta realidad, otros han estado al borde y siguen al borde. Sin embargo, la muerte me ha dejado su mejor carta de presentación, con el entendimiento de ella. Es por eso que cité la frase de Bill Hicks y que tras polo a “nosotros”: Somos materia y energía condensada a una lenta vibración, somos una conciencia experimentándonos subjetivamente y algo como la muerte no existe, sino solo para unirnos a un gran mar de conciencia, la conciencia universal.
Quizá lo que he entendido bien, querido Kumu, es que la vida en este traje cósmico con el que ya nacemos, esta forma y esta voz, es algo valioso que no podemos desperdiciar. Ahora pongo atención a los detalles de mi alrededor y escucho con atención, de cada lugar hago una historia y cada vez comprendo con más precisión el sentido del aloha. He llevado más allá la danza, que alguna vez pude compartir con usted, dejando a un lado la parte técnica donde encuentro que la constancia es la única clave, sumando que en el hula hay un poder sanador ante cualquier adversidad.
El mana, pono, makia, ike, manawa, kala y aloha, guardan esa luz que también deseo encontrar y de la cual seguramente usted ya forma parte. Es por eso que no le temo a la muerte, y no encuentro en ella más que una efímera despedida donde lo que queda es pura luz. Sin embargo, las ausencias son las que pesan, y no nos sería suficiente un campo lleno de hierbabuena o manzanilla para curarnos el corazón, pero en cada vibración pronunciada de un oli, cubrirá nuestra memoria de pastos verdes, moviéndose lentamente por la caricia del viento, que llevará su nombre, kahikilaulani.
Gracias por haberme invitado a participar de su realidad.

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