El 11 de marzo de 1981, me bautizaron, pero más que un bautizo fue la predicción exacta, que se cumpliría dos años después de mi nacimiento, un nuevo bebe.
Y sin más diste el primer aliento de la vida y después de eso un llanto incesante. Yo no recuerdo si te esperaba con ánimos o no, solo un día mamá desapareció, me llevaron de visita con mi abuelita y jugué a ser ricitos de oro casi todo un día. Mi abuelita ya me hablaba de tener un hermanito (porque no sabían que sería hermanita y quizá como todo mundo siempre esperó “la parejita” nunca pensaron que ibas a ser niña, solo mamá, ella dentro de su corazón intuía que eras bebita, mi compañerita de juegos, pero saber exactamente pues no, porque no existían los ultrasonidos.)
¿Hermanito? Le dije a mi abuelita y ella me dijo, si, mañana tendrás un hermanito, y yo le pregunté con mi lengua primigenia, para que servían los hermanitos, me comenzaba a explicar pero en eso pasó una mariposa, tenía las alas moradas, los cuernos rosas y su lengua espirulada, no la escuché más y me fui detrás de esa hada maravillosa.
Corrió el día y la palabra “hermanito” para mi muy nueva y sin explicación se fue con la mariposa. Pero llegó desde el pasillo inmenso la cara de papá sonriente, tan sonriente que parecía un sol con sus cabellos rubios cubriéndole media frente y a su lado la carita adolorida y feliz de una madre guerrera, con sus chinos cortos detrás de las orejas. Pero algo había de más, no venían solos, venía algo envuelto en una cobija amarilla (porque ya sabía que ese era el color) y todo mundo corrió, hasta yo corrí sin saber por qué, llevaba el paso rápido y quería saber que era lo que todos esperaban con tanta curiosidad y alboroto, recuerdo haber visto piernas y más piernas alrededor de ellos, y de pronto me llegó el sentimiento de ser invisible, que me puse a llorar. Fue así que mi invisibilidad se esfumó y mi rizos de oro volvieron a tener la atención, alguien dijo, que conozca a su hermanita…hermanita? Uuuy el dilema de entender hermanito me había llevado una fracción de mariposa, pero hermanita? Por qué complicarnos tanto, venga, que me enseñen a la hermanita y después lo entenderé, fue lo que pensé. Me cargaron y de entre muchas cobijitas, se asomaba un rostro pequeñito, tapado con un sombrero grande y con los ojos hinchados, eso era mi hermanita. Me bajaron, porque la bebe tenía hambre y todo mundo regresó a sus actividades, mi hermanita estaba en casa.
Si te dijera como fueron los días posteriores, te estaría mintiendo, porque no los recuerdo, podría decir que tu silencio detrás de unos ojos de observación matemática y científica crecieron junto a mí, hasta que tu voz seguramente me llamó por primera vez, para que te prestara algún juguete o cuando tu dedo índice no había sido suficiente para pasarte algún objeto de la mesa. Lo que si se, es que el amor es extraño, y yo ya te amaba.
Con los años entendí, lo que era una hermanita, era tener un alboroto de colores, llevar la cuenta de tus llantos en una libreta de notas de remisión, también era jugar remolinillos, subirnos al triciclo, ir al catecismo, mirar las caricaturas, tenerte en mi salón sentadita en una mesa diferente, viéndote jugar con los dedos a causa del aburrimiento. Ahora se que mi hermanita es como tener flores de noche buena todos los días del año, perfumadas con hierbabuenas y cerezos, es tempestad, amanecer, vapor y lluvia. Y no hay suma de los años que valga la pena para seguir comprendiendo la palabra hermanita, porque todos los años te renuevas, cambias y transformas. Feliz cumpleaños Vian y gracias por haber llegado a mi vida. TE quiero mucho.

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