Me encontraba en la playa Ventanilla, con un cielo plagado de colores verdes y morados, el mar violento azotaba la espuma en la arena lanzándola a mis pies, de pronto un grupo de gallinas prehistóricas escapando de la evolución, me perseguían. Comencé a correr mientras me tapaba los oídos para no escuchar su horrible cacareo, TOTALMENTE PERDIDA tropezaba con una piedra verde que tenía grabada una hermosa leyenda: “Todos tenemos rostro y somos bellos, pero también tenemos voz y sabemos escuchar…habla” Scheisse mit dem gesichtbuch ¡pensé! En ese momento desperté, la temperatura la tenía elevada a 38 grados y un dolor de garganta y ojos inflamados, me anunciaba la peor de las gripas de este año. Soñolienta decidí levantarme con el trabajo de rodillas adoloridas y el cuerpo cortado, despejar la mente era la mejor opción, aquellas gallinas me habían hecho pasar un rato amargo que hasta el estomago lo tenía envuelto en bilis, pero el mensaje me dejaba un sitio seguro para sentarme a pensar.
Eran las cinco de la mañana y lo único que se me ocurrió para bajarme la temperatura fue tomar leche tibia, sentarme en el sillón y ver un poco de televisión. Encontré una película que me hubiera gustado ver desde el principio, “ritmo total” el clásico de clásicos de competencias que tiene su versión en cheerleaders speeling words, y todo lo que se pueda imaginar, pero esta tenía su peculiar sabor. Una competencia a muerte donde lo que se jugaba no era la vida, sino 50 000 dólares y el orgullo afroamericano por sentir el ritmo. Logré ver los 15 minutos finales, lo suficiente para tomarme el primer cuarto del vaso con leche, donde los bombos y platillos, las coreografías y los colores se conjuntaban para explotar la energía contenida en un campo de futbol americano. Finamente en un cara a cara, donde las sonrisas eran fugitivas y se alojaban solo en los espectadores, la escuela protagonista gana gracias a la motivación que hay dentro de su propio grupo y del director de orquesta, dejando fuera a cualquiera que se sintiera con la calidad moral para arruinar su momento con comentarios disfrazados de falsas críticas; tocaron con el alma, dieron hasta el último átomo de energía a pesar de haber perdido las baquetas, de ensuciarse con el pasto o el lodo de la cancha, tanta fue su proyección que no solo ganaron los 50 000 sino que pudieron por primera vez vencer a la escuela que año tras año había ocupado el primer lugar. La música siguió su curso pero un fondo negro anunciaba la marcha de los créditos, la película había terminado y yo tenía aun medio vaso para tomar, salté de canal en canal, hasta que vi una procesión de cientos de personas vestidas de rojo que subían a lo más alto de picos de montaña cubiertos de nieve brillante y cegadora. Eran descendientes de Incas, preparando la bienvenida del primer sol naciente en la madrugada gris del inicio de un año, clavaban velas encendidas, en las entrañas de los Andes, la imagen era maravillosa, ellos sumergidos en la imponente madre tierra donde pareciera que la vida solo es eso y que lo demás no existe. Terminaría enseguida el programa con la imagen de un cóndor volando libremente y de un trago bebí toda la leche, parecía que todo me restituía al lugar donde siempre me he visto, en la tranquilidad y paz de mis pensamientos, algo me anuncia que debo de estar ahí. Cerraría ese capítulo para empezar el de Yellowstone en verano, no quise más, sabía que eso también era garantía de un delicioso ejercicio visual, pero no, no quería más, quería volver a la cama con la tranquilidad de los andes y el vuelo del cóndor, lejos del cacareo terrorífico de las que están escapando de la evolución y de la fiebre que me la había causado esto. 6:15am y finalmente pensé que esta era la mejor forma de hablar.

Hace poco, nadando en la red me encontré con timescapes.org; la pagina de bienvenida, tiene dos vídeos maravillosos, para verse en cualquier momento, pero son un regalo si se ve antes de dormir. Hablo de considerar o lo que significa hablar con las estrellas, puesto que ese es el significado real de la palabra bellisima "considerar". No he tenido ganas de registrarme y entrar a la página entera de timescapes.org no porque la considere mala, sino porque ya no quiero un password más! Los que estamos aquí, disfrutando de la noche, con ese silencio delicioso y poco interrumpido, somos los que más passwords cargamos, porque me dirás, que no nos encontramos divagando por las páginas como obligación (o quizá si) sino porque hay un gusto eminente de hacerlo de noche. En fin, agradezco de corazón, toparme con el link adecuado en el momento preciso, como fue haber llegado a timescapes.org para poder disfrutar de grandes cosas hechas y compartidas por gente tan invisible y silenciosa como la espuma morada que vive en el mar.

Considerando de que la H muda es bellisima.

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