He escuchado que son las 4:20 y no tengo material, sin embargo, he decidido escribir en hojas tachadas de ideas inconclusas. Ir dejando en el camino la escencia, caminar con paso veloz y ligero, continuar y no detenerse en los paraisos perdidos. Todas las puertas se quedan abiertas llenas de falsos finales... ojalá el tiempo, ojalá siempre.... sean las 4:20.

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